Cuando hay que enfrentarse a una enfermedad como es el cáncer, la experiencia no solo es difícil para el enfermo, sino también para su familia y sus seres queridos.
En nuestro país, en la mayoría de las ocasiones, la familia representa el principal apoyo del paciente. El cuidador o los cuidadores de la persona enferma tienen que hacer frente a una gran cantidad de decisiones, emociones y cambios en su forma habitual de vida. Cuidar no es una tarea fácil y en ocasiones los familiares encargados del cuidado pueden experimentar cansancio, estrés o agotamiento.
Para poder ofrecer cuidados de calidad es necesario que la persona que cuida se sienta bien, física y emocionalmente.El cuidador puede desarrollar problemas emociones, ya sea durante el tiempo de cuidado, o una vez el enfermo ha fallecido.