El duelo es el proceso de adaptación emocional que sigue a cualquier pérdida (pérdida de un empleo, pérdida de un ser querido, pérdida del estado de salud, pérdida de una relación, etc.). Se han establecido cinco etapas del duelo, la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación. Pero a veces, la tristeza puede complicarse con otros síntomas, como aislamiento social, consumo abusivo de alcohol o de psicofármacos, etc. U otro tipo de problemas: somatizaciones (alteraciones del sueño y del apetito, vómitos, mareos, etcétera), dolores musculares, estreñimiento, cefaleas, etc.
El diagnóstico de una enfermedad, que puede desencadenar la muerte como puede ser el cáncer, puede provocarnos sentimientos de intensos de rabia y de hostilidad contra el mundo, sentimientos de culpa, focalizados habitualmente en el pasado (sobre lo que se hizo o lo que se dejó de hacer en relación a la enfermedad…) pero a veces proyectados también hacia el futuro. Sentimientos de pérdida irremediable (nada se puede hacer, ya no sirve de nada…) que no ceden ni aceptan ningún razonamiento.