No es necesario sufrir un trastorno o tener una enfermedad mental para ir al psicólogo, nuestro trabajo también consiste en mejorar el bienestar y la calidad de vida de las personas, tanto del enfermo como de sus familiares y amigos. Desarrollemos juntos técnicas de afrontamiento y trabajaremos para prevenir posibles problemas de salud mental que pudieran aparecer más adelante.
También puede ocurrir que los trastornos mentales hayan hecho ya acto de presencia, por lo que será necesaria una intervención terapéutica adecuada y especializada.